Dormir de manera profunda es algo que la mayoría de las personas deseamos. Algunas logran conciliar el sueño con mucha facilidad, pero a otras les cuesta mucho descansar cuando llega la noche. Tener hábitos saludables de sueño es muy importante ya que influye enormemente en nuestra recuperación física y mental. Es nuestro momento de recargar energía para iniciar el día siguiente y poder dar nuestro 100%.
El sueño influye directamente en nuestro estado de ánimo, en nuestra forma de pensar, de aprender, de comportarnos, de sentir y de tratar a otras personas. En el mundo acelerado en el que vivimos solemos olvidar la importancia de darnos el tiempo adecuado para descansar y así ser nuestra mejor versión a lo largo del día. Por eso queremos compartirte estos tips que te van ayudar a alcanzar un sueño profundo:
Establece un horario regular
Dormir bien es un hábito y como todo hábito necesita de comportamientos repetitivos para ser interiorizado. Ponte un horario para irte a dormir y para despertarte. Poco a poco verás cómo tu reloj biológico se va a acostumbrando a un horario fijo e incluso podrás llegar a despertarte sin la ayuda de una alarma luego de que tu cuerpo haya tenido el descanso necesario.
Despégate de las pantallas
En lugar de pasar tiempo en el celular o viendo una serie mientras estás acostada, puedes leer un libro, escuchar música relajante o meditar. Está comprobado que la luz que emiten las pantallas interrumpe el funcionamiento correcto de la hormona llamada melatonina, que es la encargada de regular el ciclo diario del sueño.
Haz ejercicio
El ejercicio es un gran aliado para mantenernos saludables y para dormir mejor. Es importante que establezcas una rutina diaria de ejercicio que canse a tu cuerpo y que te facilite un sueño más profundo por la noche. Encuentra el momento en el día donde te sientas más cómoda para hacerlo, eso sí, procura no entrenar a altas horas de la noche ya que eso podría causar el efecto contrario.
Reduce el consumo de café
A quien no le encanta tomarse un cafecito en el desayuno o después de almuerzo acompañado de un postre. No hay problema si tomas café durante la primera mitad del día, pero no te recomendamos hacerlo por la tarde o la noche porque eso podría interferir con tu ciclo de sueño.
Ejercicios de respiración
Existen distintas técnicas de respiración que ayudan a que nuestro cuerpo se relaje. Una de ellas es la técnica “4-7-8” y consiste en inhalar durante 4 segundos, contener la respiración durante 7 segundos y luego exhalar durante 8 segundos. Cuando exhales trata de expulsar todo el aire de tus pulmones de manera progresiva. Es normal que cueste un poco al inicio, pero no te preocupes porque cuantas más veces lo hagas, más fácil y rápido podrás relajarte y estar lista para dormir.
Evita cenas pesadas
La alimentación tiene relación directa con el sueño, especialmente la cena. Si cenas algo muy pesado y alto en grasas es probable que tu sistema digestivo tenga más dificultades para digerir la comida y, por ende, no puedas descansar de manera adecuada. Te proponemos evaluar opciones ligeras de cenas, por ejemplo, una ensalada con pescado a la plancha, que faciliten tu digestión y puedan ayudarte a conciliar el sueño más rápido.
Controla tu mente
Por último, otro tip para dormir profundo tiene que ver con el control de tus pensamientos. Muchas veces cuando nos vamos a la cama, tendemos a repasar todo lo que hemos hecho durante el día o lo que nos faltó por hacer. Pensamos en preocupaciones pasadas, presentes o futuras que solo nos generan ansiedad y perjudican nuestra rutina de sueño. Por eso es importante aprender a controlar nuestra mente, es una tarea difícil mas no imposible. Una buena práctica es dejar que tus pensamientos fluyan, no los reprimas, pero tampoco te detengas en ellos. Piensa que tu cerebro es una carretera y que los carros son tus pensamientos, observa cómo siguen su camino sin detenerse y busca la calma en tu mente para poder relajarte y conciliar el sueño. Recuerda, la preocupación es un estado mental.